Sostuvo que la alerta de género que se tiene desde hace varios años en tres municipios de Quintana Roo, y con alcance para dos más, obligó a redoblar esfuerzos, mismos que en su momento permitieron frenar la alta incidencia de casos de agresión y violencia contras las mujeres.
Sin embargo, aseveró que los esfuerzos ya no son suficientes, que es preciso tomar acciones contundentes para que autoridades asuman un mayor papel e involucramiento.
Reiteró que en términos generales se cumple con los señalamientos que establece la alerta, pero que en el caso de Chetumal, y en general el municipio de Othón P. Blanco la situación es cada vez más preocupante e inquietante pues crecen los número de casos, la frecuencia y sobre todo la impunidad.
“Se están haciendo algunas acciones, no las suficientes, pues los números, siguen dando cuenta que prevalece la situación de mucha vulnerabilidad en el estado de Quintana Roo”, aseveró.
Reiteró que se mantiene la atención y cumplimiento de los protocolos, pero que sigue faltando mucho trabajo de formación del personal, que siempre será necesario capacitarlo, formar al personal.
“Atender como ahora la problemática no es suficiente, es necesario empezar a trabajar en detectar en qué responsabilidades legales caen los servidores públicos capacitados y si es necesario seguir formándolos y sensibilizarlos”, añadió.
Admitió que el Centro de Justicia para las Mujeres en Cancún, es de mucha ayuda, pero que también es preciso dar a conocer los recursos con los que cuentan, lo que necesitan y sobre todo, mantener ese esfuerzo vigente.
Asimismo, indicó que hay muy malas noticias, no sólo en Quintana Roo se incrementan los casos y agravios contra las mujeres, sino que es en prácticamente en todo el país donde se enfrenta el problema de la violencia de género.
Sin embargo, advirtió que en el caso de la capital, Chetumal, el panorama es preocupante más allá de lo que pasa en la zona norte, en Cancún, Playa del Carmen e incluso las ínsulas de Cozumel e Isla Mujeres.
